¿Dónde me encuentro? Priv Tomoe

El sol se había ocultado una vez mas, dándole paso a la hermosa luna realmente ella no tenía preferencias sobre andar por la noche o por el día. Adoraba sentir la brisa fría recorrer su piel blanca como la misma nieve, eso era claro, pero esa vez se encontraba muy lejos de donde debería estar. A diferencias de muchas humanas las cuales son esclavas, que preferían estar en sus casas, o simplemente recorriendo los pasillos de sus habitaciones en la espera de algo. Esa noche se había ido del mercadp después de todo, pronto la comprarían o quizás no, ya que no le agradaba llamar mucho la atención. Por lo cual estaba segura de que ella duraría mucho en ese lugar.


Su largo cabello marrón se movía con el viento, estos parecían hilos de araña de lo fino que eran las hebras. Avanzo poco a poco hacia donde se notaba una construcción, observando las plantas cerca de ahí la mayoría era comunes se había enterado que por aquí se encontraba una extraña planta, quizás era un monte común como dicen. Además de los árboles y algunas flores silvestres. Cerro sus ojos sintiendo como el viento soplaba de nuevo, miro alrededor con algo de curiosidad y timidez, se preguntaba ¿Quién viviría en ese lugar? Quizás una joven, o un joven, tal ves una pareja o una familia. No se sabría desde donde se encontraba, pero tampoco le interesaba mucho, quería un lugar donde descansar un poco. Se encontraba cansada de tanto caminar, y le dolían los pies, avanzo unos pasos más notando un tronco en el suelo, sería un perfecto lugar para descansar, la joven camina hacia aquel tronco para luego sentarse mientras suspira un poco.

La luna se levantaba impávida en el cielo con su clara luz plateada iluminaba la noche, y el hibrido de cabello plateado caminaba por el área que rodeaba su residencia, aquello noche se había sentido con el deseo de pasar un rato al aire libre fuera de los muros de su mansión. Sus pasos eran lentos ya que no tenía destino alguno al cual dirigirse únicamente el deseo de continuar su paseo bajo aquella luna, de pronto cuando una brisa más fuerte que el resto acaricio su piel Tomoe cerró los ojos disfrutando de aquel viento nocturno, al parecer aquella sería una noche bastante fría por la forma en que el aire cada vez era más fresco.

El albino abrió sus ojos mientras una leve sonrisa se formó en sus labios ante algo que había alcanzado a percibir en el viento, era un ligero aroma que incluso con sus sentidos, más agudos que los humanos, apenas habían logrado capar, era el aroma de un ser vivo, muy posiblemente un humanoide, al parecer alguien estaba en los alrededores de su mansión… tal vez eso podría ser interesante, después de todo últimamente las cosas para el hibrido se habían puesto un tanto aburridas, sin nada nuevo o emocionante que hacer, más aun siendo que su mansión por lo general estaba bastante sola…

Tomoe se dirigió en dirección a dónde provino aquel aroma que no sabía a quién pertenecía, mientras se movía con los movimientos gráciles que le caracterizaban haciendo que sus pasos no produjeran ningún ruido, y tras unos segundos de caminata pudo ver el origen de aquel suave aroma que había percibido, sentada sobre un tronco se encontraba una joven mujer de cabello castaño, no alcanzaba a ver ningún rasgo que la señalara como parte de alguna raza en particular así que se acercó más aun sin hacer ruido alguno, hasta que se encontró detrás de la chica.

- Vaya… ¿Qué tenemos aquí? – Dijo el hibrido con una media sonrisa mirando a la chica.- Parece que me he encontrado a una hermosa joven en mi jardín… Me pregunto si deberé quedármela. – Termino con cierto aire de burla analizando a la chica.

De la nada escucho una voz masculina lo cual hizo se diera un respingo del susto, luego cae de aquel banco gracias a la impresión de haber escuchado lo que decía aquel joven. Junta sus piernas temblando observando a aquel joven, de piel blanca y largos cabellos, era… Realmente hermoso, sus mechones blancos me hacían recordar la misma luna, además que sobre su cabeza se asomaban orejas blancas como con curiosidad, sus ojos eran de un color dorado, que le hacía recordar el oro, se preguntaba que hacia aquel joven por ahí ¿Será que vivía en esa casa? De ser así le daba mucha vergüenza en realidad el entrar en su digamos jardín.

—y-yo ¿q..qué?

Al recordar lo que dice o más bien entrar en cuenta las palabras que había dicho, se asusta un poco echándose para atrás con su pies, sus piernas seguían juntas evitando que se pudiera ver bajo su falda. Se quedaba mirando aquel joven sin saber que decirle después de todo no le agradaba ser el centro de atención, se levanta rápidamente haciendo una reverencia. De una forma rápida y apresurada pues pensó que él se encontraba molesto de que ella se internara a su jardín, después de todo no era de mucho agrado que un extraño merodeara por el jardín de la persona.

—Y-Yo lo… lo siento no sabía que este era su jardín no volverá a pasar

Comento manteniendo la reverencia mientras cerraba sus ojos asustada o más bien con algo de nervios por decirlo así, ya que no se la pasaba hablando con las personas. Solía ser alguien solitaria y callada que se la pasaba mirando el cielo. O simplemente observando las flores

Una leve risa escapo de los labios del hibrido ante la reacción de la joven que aún se mantenía realizando una reverencia, era un tanto divertido verla disculparse de esa forma estando nerviosa… la chica tenía el cabello castaño al igual que sus ojos, y tenía cierto aire que al hibrido le parecía lindo, una leve pero  malvada sonrisa se formó en los labios del hibrido por unos instantes tras pensar en que seguramente la chica se vería más linda sonrojada, con un movimiento fluido Tomoe se colocó frente a la chica y levantando una de sus manos tomo el mentón de la joven para obligarlo a mirarlo a los ojos.

- Ya que invadiste mi jardín… ¿No piensas que merezco una retribución? - Comentan con cierto aire burlón, aun tomándola del mentón para evitar que apartara la vista.- Tal vez un beso sea retribución adecuada. – Con una sonrisa burlona el hibrido acerco su rostro al de la chica antes de rozar primero sus labios con los de la chica antes de unir sus labios con los de la joven forzando a un beso más adecuado, al menos en opinión del hibrido de incubo, el cual estaba dispuesto a disfrutar de aquel beso robado.

En verdad Tomoe poseía los rasgos de las razas de sus padres, disfrutaba de burlase y engañar a la gente como cualquier kitsune, y también sentía una gran debilidad por las chicas hermosas como cualquier incubo… y eso es lo que lo había motivado a besar a aquella chica de la cual ni siquiera conocía el nombre, al verla tan nerviosa su lado kitsune le había exigido hacer algo para ponerla más incómoda , y al notar lo linda que era su lado incubo le había impulsado a besar aquellos rozados labios, y en lo que duro el beso Tomoe podía asegurar que estaba feliz de haber seguido ambos instintos.

- Tus labios tienen en verdad un delicioso sabor. – Afirmo con diversión el hibrido de incubo tras romper el beso, antes de preguntar. – Por cierto... ¿Cuál es tu nombre?

Escucho aquella leve risa de los finos labios de aquel joven con orejas, ella no era experta en saber las clases de razas que la rodeaban, a duras penas podía reconocer a los humanos, ya que los demonios y algunas brujas y hechiceras se visten de una forma normal. Sus ojos continuaban cerrados se sentía muy nerviosa, al igual que muy tonta, al sentir una mano cálida obligarla literalmente a subir su rostro se percató que él se encontraba frente a ella, lo cual hizo que se le dibujara una expresión de sorpresa. Escucho las palabras de aquel joven albino sin comprender bien lo que este decía ”¿Una retribución? ¿Cómo qué?” Ella no tenía nada de valor con ella en esos momentos, tampoco que tuviera cosas costosas, o gran valor monetario. Pero tras escuchar la siguiente parte de la oración que el chico comentaba ella abrió sus ojos con sorpresa mientras sus mejillas se tornaban rojas.

—U-Un beso p..pero. si yo no…

Pero ni siquiera pudo terminar la frase, ya que aquel joven acercaba su rostro a ella, paso de un segundo a otro, normalmente los primeros besos suelen ser robados, algunos son de los más románticos otorgados a esa persona especial. Pero en el caso de Kurumi fue robado, jamás se imaginó que ella besaría a un joven, mucho menos ese día mucho menos a un completo extraño, Sus mejillas se tornaron todas rojas como si toda la sangre se hubiese subido a ellas, también las sentía ardiendo como si en cualquier momento fueran a explotar, por su mente no pasaba ninguna idea, se encontraba totalmente en blanco. Sin poder creer aun lo que había ocurrido hace menos de 3 minutos atrás.

Escucho una voz a lo lejos ahí fue que reacciono y cubrió sus labios de golpe observando a aquel joven entre sorpresa y timidez. ¿Quién se creía él? ¿Cómo se atrevió a besarla así como así? Y lo peor le preguntaba de la nada su nombre, dudaba entre darle una cachetada o responderle, su cuerpo continuaba temblando un poco, se miraba algo tensa en realidad.

—K-Kurumi

Comento con una voz sumamente baja, como si la voz no deseara salir de su boca, realmente se sentía un tanto confusa, tenía muchas cosas en la mente, dudas, emociones, además de muchas acciones las cuales ninguna salía a la luz, una era salir corriendo, otro era gritarle pervertido a ese joven, y otra era darle una cachetada. Pero en realidad solo estaba ahí parada impactada de lo que ocurrió.

Era un tanto extraño, pero aquel beso en los labios de la chica había sido bastante placentero para el hibrido, extraño porque resultaba más placentero que otros besos que había compartido con varias mujeres a lo largo de su vida, tal vez fuera por lo placentero que era para él ver ahora a la chica pasmada que parecía incapaz de racionar, normalmente una chica tendría dos reacciones ante ese beso, una seria corresponder el beso, y la otra seria apartarse y darle una bofetada al hibrido, y sin embargo aquella castaña no había hecho nada mientras Tomoe continuaba besando sus labios.

Al ver las mejillas sonrojadas de la joven Tomoe sabía que había tenido razón… en verdad la chica se veía bastante adorable cuando se encontraba sonrojada, pese a que temblaba ligeramente y se le notaba tensa el hibrido la encontraba en verdad un tanto divertida de ver, una media sonrisa se formó en los labios del albino mientras extendía una de sus manos tomando un mecho del cabello de la chica y jugo con el levemente hasta que escucho a la chica proporcionarle su nombre con voz tan baja que Tomoe pensaba que si no fuera por sus sentidos sobre humanos posiblemente no había escuchado.

- Así que Kurumi… Lindo nombre. – Dijo el hibrido mirando los ojos de la chica aun jugando con el mechón de cabello castaño, en sus labios aun permanecía una media sonrisa. – Si te preguntas el nombre de quien robo tu primer beso, mi nombre es Tomoe. – Comento con una sonrisa burlona, no sabía si ese había sido el primer beso de la chica pero por la forma en la que parecía incapaz de reacción era probable que lo fuera, era bastante divertido de ver en realidad, y aunque seguro si se tratase de otra persona el hibrido ya habría recibido una bofetada, pero en aquel momento cuando veía a la chica en shock y sonrojada Tomoe no dejaba de pensar que las consecuencias bien valdrían la pena.- Supongo que eres una esclava ¿no? – Pregunto guiándose más por una corazonada y tal vez cierta esperanza, seria divertido si pueda conseguir a esa chica para él.

Se quedo mirando a ese joven petrificada, literalmente después de todo aquel desconocido le había robado su primer beso, no sabía que hacer en ese momento. Tras escuchar las palabras de aquel joven ella se sorprende de golpe alzando la mirada, realmente tenía el descaro de decir algo así, se aferró con fuerza de su camisa manga larga, de un color azul semi oscuro. Al escuchar la pregunta de él esta asintió levemente mientras bajaba la mirada, ya que después de todo ella si era una esclava humana.

—S…Si l…lo soy

Si le preguntaba eso entonces ¿Él sería un amo? Miro el suelo aterrándose había entrado a la casa de un amo, ¿qué sería de ella ahora? ¿Le haría algo malo aquel joven albino? Pero a pesar de que le tenía miedo a ese chico, debía admitir que parecía sacado de aquellos cuentos de hadas donde el hermoso príncipe encuentra a la princesa, sacándola de la prisión en la que se encuentra, y llenando su vida de aventura y felicidad. Pero el detalle en esta historia era, que no era el cuento de hadas y ella no era una princesa. Era una vil esclava la cual su motivo era servir a algún amo o ama.


Pero siendo ella como era débil, torpe y asustadiza, de seguro no conocería a algún amo o ama, aunque en realidad ella jamás se había puesto a pensar sobre su vida como una sirvienta, siempre se encontraba distraída en libros que solía encontrar o admirando el paisaje. Bajo la mirada observando así sus pies ¿Qué debía decirle ahora? Era incapaz de pronunciar una palabra trago un poco de saliva.

—¿y… Usted es un amo?

Pregunto de una forma leve, si fuera amo realmente ¿Qué ocurría? Como sería la vida de la joven con aquel misterioso encuentro, de ese misterioso albino quien le había arrebatado su primer beso, por el simple deseo y capricho de aquel joven.

Para Tomoe aquella estaba demostrado ser una noche interesante, no solo el clima era bastante agradable si no que la compañía de la castaña frente a él le resultaba bastante divertida, le parecía por completo adorable con su tartamudeo y nerviosismo y aquello solo motivaba al albino a provocar más de ese tartamudeo y nerviosismo… en verdad que era divertido incomodar un tanto a aquella humana.

Una leve sonrisa de complacencia se formó en los labios del hibrido ante la respuesta de la castaña frente a él, así que era una esclava, entonces,  eso era divertido la chica era bastante linda, y lo era aún más cuando se hallaba sonrojada , y al estar seguro de que se trataba de una esclava ahora Tomoe había llegado a una resolución… ella seria suya, si ella aun no tenía un amo entonces simplemente la compraría, y si lo tuviera entonces solo tendría que convencerlo de que la venidera… El albino estaba completamente decidido a conseguir a la joven.

- Excelente… entonces supongo que realmente poder conservarte para mí. – Dijo Tomoe con una sonrisa mientras tomaba el rostro de Kurumi con una de sus manos y acercaría su rostro al de la chica. Al escuchar su pregunta si él era un amo el albino rio levemente.- Si lo soy, y ahora me decidí… tú serás mi esclava. – Dijo con total seguridad, ella seria suya para hacer con ella lo que deseara.

Acercando más su rostro al de la joven humana, el hibrido reclamo sus labios sin darle tiempo de contestar a sus palabras anterior, de nueva cuenta la besaba de forma pasional y exigente, forzando su lengua en el interior de la boca de la chica.