Primer dia de Berry en las habitaciones de pets

Parecía un buen día para ir al trabajo en el pettomaketo, pensaba en qué físico tomar el día de hoy para atraer a los clientes, me miré en el espejo y fui cambiando de forma una y otra vez hasta que por fin me convenció estar como un hombre alto de cabellera blanca  y larga, ojos color ámbar y piel blanca. Ahí voy muy alegre pensando en que quizá haría un buen trato con algún individuo, abro la puerta y comienzo a limpiar la recepción del local mientras cantaba razón por la cual no tarde tanto en hacer todo y con mucha alegría, una vez terminado opté por revisar la mercancía, revisé el inventario y me percaté que había un nuevo pet, clasificado entre los mamíferos, levanté los hombros, no creería que fuera algo fuera de lo normal puesto que mi vida ha sido longeva y he visto muchas cosas extrañas no pensaba que algo me alteraría, entonces llego a la jaula.



-Bueeeeeeeeeeeenos díaaaaaaaaaaaaaas! Eres el nuevo chico Bubble Berry y es tu primer día aquí así que vine a conocerte…
Pero cuando abrí los ojos quedé boquiabierta, la formal habitación había cambiado por completo, no podía creer lo que había ocurrido, mi pulso se aceleró junto con mi respiración, miré a la cama y me dirigí a ella toda furiosa, le piqué en la panza al equino que se encontraba ahí descanzando.

-¡Eh!¡ Tú! ¡Despierta! ¡Y explícate! ¿qué es lo que sucedió en este lugar?

-Berry, dormido profundamente comenzó a rebuznar, moviendo un poco las patas- no... no mamá... no me quiero ir... -decia aquel enorme pony rosado aun en estado de sueño profundo-

-en la esquina de la habitación se encontraba la enorme maleta azul de berry, la cual lentamente comenzó a moverse de un lado a otro, de repente el cierre de la maleta se abre de forma lenta y de alli se asoma un pequeño lagarto verde, de ojos biscos y color morado-



-silenciosamente, el pequeño lagarto se acerco al hombre por la espalda hasta llegar a su pierna, con la mirada perdida miro a un lado y luego al otro, para luego morder la pierna del hombre, cosa que no dolia, ya que el lagarto no tenia dientes-

En serio me estaba cansando esa actitud, lo sacudía una y otra vez pero no se despertaba, no era siquiera el momento de dormir, debía despertarlo a toda costa. Entonces siento un escalofrió recorriendo mi espalda, sentí unas cositas subiendo por mi pierna. Me levanté un poco la yucata y en la parte inferior de mi … ropa… me encontré con un lagarto dispuesto a no irse de mi pierna, lo tomé y me arreglé mi ropa. Veía como se retorcía mientras lo agarraba de la cola, mire a ver de donde había salido y veo una maleta morada abierta, me acerqué y veo el nombre de él ahí, miré de nuevo aquel animal y en mi rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja. Me senté en la cama del equino y comencé a hablar.

-Vaya, un lagarto, bueno para una cena, y como vino a mi solo ¿por qué no me lo como?, ¿cosido al vapor? ¿con verduras?... –levanté el dedo simbolizando una nueva idea, bajo la mano y subo con la que tenía el lagartito que no podía defenderse- ya sé, a mordidas-voy acercando el largato a la boca

Usser: oh porfavor! en serio!!? te vas a meter con el pequeño gummy!?? -suspira y luego se estira un poco para apoyarse en la mesa de su escritorio y empezar a escribir- con mi gummy no te metes eh?

-Berry da un fuerte grito dormido, comezando a lanzar patadas por todas partes- nooooooo!!!! no el pastel de chocolate!!!!!- casi le acierta una de las patadas en el brazo, haciendo que el pequeño lagarto se libere y camine rápidamente hacia el hocico de Berry, mordiéndolo y haciendo que alli mismo se despierte- eh? gummy! -el equino mueve sus orejas y luego le besa la cabeza al pequeño lagarto- ya son las tres?

Usser: ufff, salve al lagartillo! y mira si te pones las pilas berry!! -le grita al oredenador algo fastidiado-

Berry hace un puchero- siempre me dices lo mismo...

Sentí como me dio la patada, me moleste mucho, el lagarto se fue al equino a quien despertó, hablaba al parecer solo. Definitivamente era necesario deshacerse del reptil, lo tomé de nuevo y me lo metí a la boca, lo fui masticando fuertemente volteada al equino solo se escuchaba como grujían los huesos, fue rápida la muerte, una vez hecho el bolo lo deglutí sin mayor problema como una serpiente devorando a sus presas. Saqué un pañuelo y me limpié la boca.

-Aquí la única mascota que está registrada eres tú, suficiente tengo con que hallas modificado tu celda como para permitirte animales como éstos. Aunque gracias, al menos sirvió como alimento, de todos modos si creciera él comería otros seres vivos así que antes de que haya posibilidad de que me devoré yo lo hice.

Miré con mis ojos ámbar al joven, saqué una libreta y comencé a dibujarlo. No me tomé mucho tiempo, ya que sabía que aún faltaba algo.

-Dime, tienes alguna forma ¿no? Aparte de esa, necesito que me la muestres para poder ilustrarla y ponerte en el catalogo, así alguien podría adoptarte.

Hice a un lado el papel y observé detenidamente al individuo frente a mi.