Gran melancolía

Ha pasado mucho tiempo, el lugar se había vuelto desolado, todos los conocidos de la joven peliblanca habían muerto o desaparecido por alguna razón. Sayuri recorría el cementerio en su forma gatuna con un ramo de gladiolas rojas en el hocico, llegó al cementerio y se transformó en una mujer muy boluminosa, carecía de ropa por el momento, pero no importaba no había nadie a la vista, colocó una flor en cada una de las tumbas.

Ahora me he quedado sola, me pregunto si alguien regresará, quien sea...

Miraba el cementerio con gran melancolía como esperando alguna respuesta, sin embargo no recibía ninguna, se volteó con desilusión.